viernes, 1 de diciembre de 2006

¿VIDA DE PERRO?

Basco, Pinky y Greg son una verdadera familia feliz canina. Papá, mamá e hijo son felices cuando los niños especiales los acarician, juegan con ellos y, sin roche, le jalan la cola o pellizcan. Son gajes del oficio, pues estos Golden Retriever también son especiales: son de terapia, criados y formados para ayudar a discapacitados o personas con problemas de desarrollo.





Estos perros justifican aquello de "mejor amigo del hombre", han dejado de ser solo un animal de compañía para asumir funciones de asistente social Entrenados especialmente para ayudar a impedidos físicos y niños con síndrome de Down, son una especie de terapeutas peludos. Y, según sus "pacientes", sí que saben escuchar.



Son canes con doctorado en asistencia, aunque todavía sin certificado para ejercer profesionalmente. No solo mueven la cola y se hacen los muertitos. Un can entrenado puede ser útil a la sociedad, como lo demuestran los perros de ayuda social. Estos son empleados por personas con discapacidades y también forman parte de un equipo terapéutico de apoyo. Es decir, el perro trabaja junto con psicólogos, terapeutas físicos o logopedas (especialistas encargados de problemas de pronunciación).

Greg es un adulto de dos años y está más cerca de conseguirlo. Llevó ocho meses de entrenamiento para aprender a abrir puertas, prender luces, buscar celulares y alcanzar prendas de vestir.

"Es el asistente perfecto", explica Wendy Arroyo, quien a su vez se formó en Chile para educar canes de terapia. A ello se agrega que, por raza, Greg es totalmente pacífico e interactúa perfectamente con las personas. Está preparado para trabajar treinta minutos al día. Los perros no pueden hacerlo muchas horas, pues se estresan.

Cuando Greg y sus papás llegan al colegio Perú-Holanda en Jesús María, sus chalecos llevan inscrito: Soy un perro trabajando. No me distraigas ni me alimentes. El aviso es para quienes piensan que solo son mascotas jugando.

Con solo 1 año de entrenamiento, los perros labradores o golden retriever (que por su carácter dócil son los más utilizados para este trabajo) son capaces de recoger objetos del suelo, acercar el celular a sus dueños cuando alguien llama, abrir y cerrar puertas y cajones, y hasta empujar sillas de ruedas.

Aunque la importancia de estas labores radica en que permiten aumentar el grado de independencia de las personas con poca movilidad, el apoyo de estos animales no es solo físico. Mediante terapias asistidas también contribuyen al tratamiento de problemas como el alzheimer, síndrome de Dawn, autismo y problemas psíquicos.

La interacción que establecen con el perro ayuda a los pacientes a disfrutar de los momentos de esparcimiento y les aporta una buena dosis de autoestima.

Supercan.

Greg abre la puerta, prende la luz, trae el celular y las llaves y ayuda a Wendy a vestirse. Dócil y de mordida blanda para no destruir objetos, Greg fue educado para ser el asistente perfecto de un discapacitado.

Es la tercera vez que llegan a este centro especial y para los niños es la actividad más importante de la semana. Los acarician, juegan, le rascan la barriga y los pasean. Cuando los perros se marchan, quieren irse con ellos.

Es la típica actividad asistida, donde los perros ayudaron a que estos pequeños liberen endorfinas (la hormona del bienestar y la felicidad) y tengan el estímulo perfecto para realizar más fácilmente sus terapias de lenguaje, por ejemplo.

Es un primer logro de este gabinete canino. El otro es servir de ayuda para un discapacitado: cuando Wendy, desde una silla de ruedas, le pide abrir la puerta, Greg gira la chapa y empuja con su nariz. Prende la luz con una pata, abre un cajón y saca el celular. También le saca la chompa y alcanza otra.

Raza obliga

Hace un año, Greg, Basco y Pinky habían ganado todos los concursos caninos. Entonces su criador Enrique Orezzoli se preguntó: ¿Y ahora? Descubrió que los Golden y Labrador podían ser entrenados para ayudar a las personas.

Ahí nació Perros de Ayuda Social (PAS) como fundación. Se empezó la formación canina, buscando certificación internacional, que la entrega la Fundación Bocalam de España. "El objetivo es ir sacando promociones caninas", sostiene.

Orezzoli explica que no cualquier perro puede ayudar en terapia. Los Golden tienen un tamaño importante y mordida blanda, son inteligentes y no agresivos, por genes.

Los perros de ayuda son entrenados para ser acompañantes perfectos y "puente" entre pacientes y terapeutas.

"Ellos se forman en tres niveles: el primero es de obediencia básica, luego viene la actividad asistida (con niños especiales para estimularlos al habla, por ejemplo) y finalmente, la terapia asistida, donde los perros trabajan junto al psicólogo o terapeuta", explica.

Según la zooterapia –campo nuevo en psicología- , la terapia asistida con perros es ideal para niños con autismo, síndrome de Down, retardo, problemas del habla, esquizofrénicos, aislados, obsesivos-compulsivos y más.

Cuando cumple un año, el perro está listo para empezar su formación. El proyecto PAS aspira a que antes de llegar a esa edad, cada cachorro pueda ser entregado a una familia adoptiva para empezar su socialización.

Pero va más allá. Además de trabajar con instituciones y colegios, los perros ya formados podrían ser entregados directamente a discapacitados, como ocurre en España.

"Está probado que un perro mejora la calidad de vida y el aislamiento de estas personas. El perro es un catalizador y, en el 70% de casos, hasta un confesor", sostiene el Fundador de la asociación de Perros de Ayuda Social (PAS) Enrique Orezzoli

Inclusive existen especializaciones caninas: los perros-alarma, para sordos. Identifican sonidos y avisan cuando alguien llama a la puerta, o en la calle, ante el chirrido de llantas y otros peligros. La raza ideal para esta función son los Fox Terrier o Schnauzzer, pequeños e inteligentes.

Los perros-lazarillo son los clásicos para invidentes y pueden ser de cualquier raza no agresiva. Los perros de búsqueda y rescate son importantes en desastres.

"Lo importante es no trabajar al miedo con el perro. Enseñarles por estimulación y por reforzamiento positivo (con premios)", asegura el criador.

Por ahora, PAS prepara la primera promoción de perros asistentes: Bianca, Mora, Boca y Basco Jr. son cachorros de cuatro meses que aspiran a ayudar a niños y adultos. En cada uno se invierte cien dólares en comida y medicinas, gastan 50 kilos de periódicos y hasta tienen a Medias, su mascota, que es también otro perro.

Entrenados para ayudar

Las razas preferidas para desempeñarse como perros de ayuda social son golden retriever y labrador retriever. Una vez que cumplen dos meses de edad y que han demostrado no ser agresivos, nos cuenta Francesc Ristol, los canes son acogidos por familias que se encargarán de su sociabilización (que aprenda a estar con gente). Y al año y medio de edad, los perros ingresan a un entrenamiento que dura 18 meses.

Luego se le busca un usuario idóneo que deberá seguir un curso para saber cómo trabajar con el perro y fortalecer las habilidades que él considere útiles o necesarias.

Estos canes pueden desempeñarse como perros guías de personas con discapacidades visuales; o como perros de servicio para quienes usan muletas o sillas de ruedas. Ellos aprenden a recoger objetos del suelo, sacar cosas del cajón, abrir y cerrar puertas o auxiliar a su dueño si se queda atascado con la silla de ruedas. Finalmente, el perro de señal es el que trabaja con personas sordas y avisa al usuario la procedencia de los ruidos que lo rodean.

Según PAS, entrar en contacto con animales de nuestro agrado estimula el sistema límbico del organismo, encargado de modular las emociones y estados anímicos en el sistema nervioso central. Cuando esto ocurre, el organismo libera endorfinas, la hormona "de la felicidad" y bienestar. Además, reduce el cortisol, neurotransmisor asociado a estados depresivos, y aumenta la dopamina y la serotonina, neurotransmisores protectores de los mismos estados.

Otros beneficios de la canoterapia son la distracción de dolores y estados depresivos, la facilidad para interactuar con desconocidos, la disminución del sentimiento de soledad y la mejora de autoestima en general. En terapia infantil, el perro ayuda a reducir el estrés de las sesiones y son ideales para quebrar el hielo –el rapport en psicología entre paciente y terapeuta.

Este tipo de perros no curan enfermedades. Francesc Ristol, de la Fundación Bocalán de España (que trabaja este tema hace más de diez años), aclara que el perro es una herramienta para los profesionales. "Por ejemplo en ludopatía: cuando estas personas tienen una crisis de ansiedad luego de gastarse el dinero jugando, nosotros (los terapeutas) hacemos sesiones de relajación que incluyen a los perros. Estos los ayudan a que no desarrollen agresividad", explica Ristol.

Francesc Ristol cuenta que la Fundación Bocalán, de la que él forma parte, está prestando apoyo al Centro de Desarrollo de Perros de Ayuda Social en nuestro país, para desarrollar perros de terapia asistida, de guía y de señal, así como realizar actividades de asistencia.

Para demostrar que los canes son capaces de brindar este servicio a la sociedad y romper las barreras entre terapeutas y pacientes, la asociación PAS organizó una jornada de visitas a centros de educación especial y geriátricos, donde los perros exhibieron sus habilidades para mejorar la calidad de vida de niños y ancianos.

Canes sanos

Para que un perro logre ser asistente social debe pasar por un proceso que no todos completan. Con pocos meses de edad participan en una prueba de selección en la que deben demostrar que están sanos y equilibrados. Superada esta etapa, inician el adiestramiento.

"El método utilizado es el reforzamiento positivo, que consiste en afianzar su conducta con motivación", explica la entrenadora de perros de asistencia Wendy Arroyo, mientras su mascota Greg la ayuda a quitarse la casaca.

En el Perú aún no existen perros de asistencia, solo los que entrena PAS. Para avanzar en la extensión de estos servicios, según Enrique Orezzoli, presidente de la asociación, se debe modificar algunas leyes para que los animales puedan acompañar a sus dueños en establecimientos donde, por ahora, tienen vetada la entrada.

EL PAS

El Centro de Desarrollo de Perros de Ayuda Social (PAS) se fundó en 2005 para brindar mejor calidad de vida a discapacitados. Para demostrar que los canes son capaces de brindar este servicio a la sociedad y romper las barreras entre terapeutas y pacientes.

“Nuestra asociación nace en el año 2005 en la Ciudad de Lima, por iniciativa de un grupo de propietarios, adiestradores y criadores especializados en la crianza de los perros de razas Golden Retriever y Labrador Retriever; obteniendo exitosos resultados en las exposiciones de belleza organizadas por el Kennel Club Peruano.

Convivir e interactuar con nuestros perros, nos ha permitido conocer las bondades que nos ofrecen estas dos razas elegidas, creadas inicialmente para el cobro de la presa en la cacería, nos permite aprovechar al máximo su infinito deseo de complacernos y de esta manera lograr que ayuden al hombre en superar determinados tipos de discapacidad.

Nuestra afición, dedicación y responsabilidad en la crianza de nuestros ejemplares nos conllevó a trazarnos la meta de lograr una mayor participación en la sociedad, especializando a nuestras fieles mascotas mediante un adecuado entrenamiento, para desarrollo de Actividades Asistidas, Terapias asistidas y Perros de asistencia” señaló Enrique Orezzoli, presidente de la asociación

Imaginen entonces que los perros son los mejores amigos que tenemos y a veces no les prestamos atención, menos mal, que los perros no son rencorosos, olvidan los desengaños y su lealtad está por encima de su propia vida. Eso si que es amistad, un guau guau por ellos.

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