viernes, 1 de diciembre de 2006

ENTRE LA RELIGION Y LA VIDA

En la cama 8 del servicio de cirugía del Hospital Sergio Bernales de Collique, se vive un verdadero drama alrededor del pequeño David Cueva Falcón, que a sus cortos diez años, sufrió la amputación de su pierna derecha, luego de que la cayera una roca cuando realizaba su trabajo diario en una de las ladrilleras de Carabayllo.

Pero como si aquello fuera poco, la actitud de su madre Carmen Falconí, indigno a vecinos y familiares del menor, pues por pertenecer a la secta de los Testigos de Jehová, se niega que le practiquen a su hijo un urgente transmisión de sangre

“En nuestra religión no se acepta ningún tipo de sangre, ya que la Biblia así lo dice y yo creo en la palabra de Dios”, explico ante el asombro general de los médicos y personal asistencial.

¿Pero esta la vida de su hijo en riesgo?, era la pregunta obligada. “Es mi hijo y yo lo quiero bastante, pero por que lo quiero bastante es que no voy permitir que le pongan sangre, ya que eso contamina, según la Biblia. Además hay enfermedades como la hepatitis y el SIDA y no quiero que lo contagien” insistió. Un supuesto pastor de su iglesia, que no quiso identificarse, estaba en las afueras del cuarto, tratando en todo momento de concientizar a la madre sobre el tema e instándola a que no acepte la transfusión de sangre para su hijo.

“El niño necesita ser salvado”, “Usted no es una buena madre”, gritaban algunas de las señoras que se encontraban en el pasillo del hospital y se habían enterado de la decisión.

Sin embargo lo que dio más escalofríos a los presentes fue su respuesta cuando le preguntaron si es que no tendría remordimiento ante la posible muerte de su hijo.

“Hay que confiar en Dios y si eso sucede, sentiría un gozo, pues como dice la Biblia él resucitaría y lo tendríamos nuevamente con nosotros”, dijo convencida ante el asombro de todas las personas que lo rodeaban.

Al hospital llego la fiscal de la familia de Lima norte, doctora Nelly Cabrera Vásquez, quien se entrevisto durante mas de tres horas con la madre y los familiares del pequeño David, quien en todo momento se quejaba del dolor y, según el parte medico del hospital, se encontraba bajo de hemoglobina.

Luego de la entrevista con la representante del Ministerio Publico, Carmen Falconí había dejado abierta una posibilidad de autorizar la transfusión. “de no aceptar la señora que atiendan médicamente a su hijo buscaríamos la forma para que esto se haga lo antes posible, ya que lo primero es preservar la salud del menor” alcanzo a decir la fiscal quien ratifico que de producirse la muerte del menor la madre podría ser denunciada por el delito de homicidio por negligencia”

Según los vecinos del asentamiento humano Villa San Antonio en Carabayllo, la madre habría dejado a sus pequeños hijos con una sobrina, la explosión en el horno de la ladrillera origino la tragedia, David no pudo salir a tiempo para salvarse. Mañana probablemente se conozca el final de esta triste historia en la que se mezclan la pasión por la religión y el amor por la familia y los hijos

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